Jerónimo Arroyo López

   

                    

Jerónimo Arroyo López, nació en Palencia, el 14 de enero de 1871. Tras realizar estudios de bachiller en el Instituto General y Técnico de Palencia, ingresó en 1885 en la Escuela General Preparatoria de Arquitectos e Ingenieros de la Universidad Central de Madrid. Dos años de fracaso académico en la Escuela de Arquitectura de Madrid motivaron su traslado a la Escuela de Barcelona en 1894.

Su paso por esta ciudad acusó la influencia de las grandes figuras del momento: Gaudí, Doménech i Montaner, Puig i Cadafalch. En Barcelona había en aquellos años gran efervescencia social y cultural, se enriquecía gracias al constante flujo de intercambios culturales con el resto de países europeos. Esta eclosión artística que envolvió los años universitarios de Arroyo, encaminará indudablemente su quehacer arquitectónico hacia la corriente modernista.

Titulado en 1899, se estableció en Palencia, donde desempeñó los cargos de arquitecto provincial, diocesano y municipal.

Pronto la ciudad comenzó a verificar su presencia: La Fábrica Azucarera Palentina (1901), La Fábrica de Piedra Artificial (1901), La casa de Gonzalo Redondo (1902), El Centro de San Isidoro (1903), eran las primeras obras que demostraban el espíritu inquieto y renovador del joven arquitecto.

 En 1907 proyectará dos de sus más importantes obras : El Palacio de la Diputación Provincial y el Instituto General  Técnico, obras que simbolizaban la voluntad de una pequeña ciudad tendente hacia la expansión y deseosa de romper un pasado hermético. En el Instituto, en la actualidad, bajo dos de las cúpulas del edificio se encuentra el Museo Jerónimo Arroyo, donde se alberga un importante fondo documental de su obra.

El Asilo de San Joaquín y Santa Eduviges (1909) hoy colegio de Villandrando, el Estudio del arquitecto (1913), La Casa de Ignacio Martínez de Azcoitia (1913), Casa de Abilio Calderón, Casa de Jerónimo Arroyo en la Calle Don Sancho, Noviciado de las Hermanitas de los Pobres Desamparados, Hospital Psiquiátrico Provincial de Avda. Manuel Rivera, Teatro Principal y multitud de edificios se yerguen por las principales calles de Palencia mostrando la variedad del extenso repertorio estilístico que dominaba Jerónimo Arroyo.

La Calle Mayor, Don Sancho, General Amor, la Avenida Manuel Rivera, La Plaza de la Inmaculada, La Calle Menéndez Pelayo, Avenida República Argentina, deben gran parte de su fisonomía a su intervención. En ellas se desarrolló la arquitectura de Arroyo, conformadora del paisaje urbano de Palencia.

La burguesía fue el principal cliente de la arquitectura de comienzos del siglo, fue esta clase social, en pleno auge económico, la que requería nuevas formas, viviendas de confort, de ostentación y de reconocimiento. Un tipo de vivienda que reunía estas cualidades era la Villa. En la obra de Arroyo hay que destacar “Villa Luz”(1904), “Villa Arsenia” (1910) y “Villa El Cercado” lugar de descanso del propio arquitecto, entre otras.

En 1927, proyectó junto con el escultor Victorio Macho, el Monumento a Cristo Rey en el Cerro del Otero, construido entre 1930 y 1931. Nuestro monumento más emblemático.

Una gran parte de nuestro patrimonio cultural está ligado al quehacer de Arroyo, que trazó las líneas de una hermosa arquitectura (calles, escuelas, fábricas, edificios de viviendas), generadora de la imagen de la ciudad de comienzos del siglo que, en cierta manera, aún sobrevive.

Jerónimo Arroyo falleció en Palencia, en 1946. En la 2º planta de la Biblioteca Pública también se pueden ver fotografías con algunas de sus obras más destacadas.